Estos detectores infrarrojos pasivos, denominados PIR precisamente por sus siglas en inglés –Passive Infrared–, son dispositivos que están diseñados para detectar objetos a partir de su radiación infrarroja. A diferencia de los detectores infrarrojos activos, que emiten su propia luz, los detectores pasivos son sensibles a la radiación que emiten los objetos dentro de su campo de acción.

En un sentido amplio, los detectores PIR están equipados con un lente especial que enfoca la radiación infrarroja de los objetos y la transmite a un elemento sensor que convierte la radiación en una señal eléctrica. El procesamiento electrónico de esta señal percibe los cambios a nivel eléctrico, reconociendo la presencia de un objeto en movimiento dentro del área de cobertura.

Concretamente, los detectores PIR presentan las siguientes funcionalidades:

• Capacidad para identificar movimientos sutiles y cambios leves de temperatura;

• Alta eficiencia en términos de energía dado que no emiten radiación propia;

• No interfieren en el desempeño de otros dispositivos electrónicos cercanos.

Tanto en un sentido técnico como en términos de funcionalidad, la gran novedad de este sensor de movimiento es que su procesamiento de detección se realiza a partir de algoritmos avanzados de Inteligencia Artificial.

Se trata de una innovación que le permite identificar la presencia de animales dentro de su ámbito de cobertura, tanto de mascotas como de alimañas de hasta 16 kg, evitando la activación de falsas alarmas. Por esta razón, su desempeño es mucho más exacto que otros dispositivos del mismo segmento.

En particular, el sensor de movimiento NV5 Paradox se destaca por ofrecer las siguientes características:

• Alcance de cobertura de 12 m2 con 90º de visión;

• Inmunidad a mascotas y alimañas de tamaño pequeño;

• Regulación de la sensibilidad con luces led de confirmación.

Fiesa, la opción que eligen los que saben.